En la era digital en la que vivimos, el concepto de las monedas digitales ha ganado prominencia, tanto así que hacen parte de nuestras conversaciones ‘de a pié’ y aunque en países como Colombia, estamos apartantemente lejos de presenciar una transformación de la economía, orientada hacia un paradigma digital, en otros lugares lugares del mundo están preparando el que podría ser el mayor cambio en la sociedad, quizá solo comparable con la transformación que dió el lugar el uso de la moneda en reemplazo al trueque y que podría aparecer en un momento muy próximo.
Mucho se ha hablado de criptomonedas, billeteras digitales o aplicaciones de inversión, sin embargo, poco o casi nada de las llamadas ‘CBDC’ o monedas digitales de banco central que -de manera efímera- se ha convertido en objeto de debate y discusión en Europa y Estados Unidos; resulta que no es para menos, pues se trata de la jugada más importante del globalismo y en la que sus principales representantes (Gobiernos y Banca) se encuentran trabajando, “MBRIDGE” es el nombre de la plataforma que sustentaría a las CBDC, el nuevo banco central del mundo y el paso definitivo hacia la conformación de un gobierno unificado.
Para entender lo que está ocurriendo es preciso comprender el alcance de la implementación de una moneda digital, puesto que, facilmente se puede confundir con plataformas como Nequi, Daviplata, Movi u otras, argumentando que la utilización de estos aplicativos se puede considerar como uso de dinero digital, sin embargo, este tipo de plataformas aunque digitalizan el dinero, no generan un control social sobre su uso, algo que sí ocurrirá con las CBDCs.
No hace falta extender una línea del tiempo para vaticinar lo que ocurrirá, basta con echar un vistazo al gobierno Chino, que en su esfuerzo por convertirse en una superpotencia, ha impulsado a sus empresas, pero también a su gente a acatar fielmente a su gobierno o de lo contrario podrían enfrentar las consecuencias de un sistema de control implacable.
El sistema de puntuación social Chino, es lo más parecido a una distopía producto de una película dramática de ciencia ficción, pero existe y aunque parezca que se encuentra lejos, en oriente, las CBDCs pueden traerlo a nuestras sociedades occidentales. La recompensa o el castigo, es la base de su funcionamiento: si un ciudadano Chino durante años es bien visto por el sistema, puesto que paga sus obligaciones a tiempo, no inflige normas cómo las de tránsito y pasa desapercibido como una persona de bien, entonces el sistema lo premiará, pero si es el caso contrario y se es un ciudadano que es captado por las cámaras del estado, caminando de manera incorrecta por la cebra señalizada, arrojando la basura en el lugar incorrecto o incluso, hablando mal del gobierno en redes sociales o marchando en la calle, este es un ciudadano peligroso para el país.
Las recompensas y los castigos se miden en puntos, un buen ciudadano puede acceder a líneas de crédito, transitar libremente por el país, un mal ciudadano se ve limitado, cómo ocurrió con las medidas que no permitian el ingreso a ciertos establecimiento en medio del corona virus, un mal ciudadano en resúmen queda excluído del sistema, por qué el control de su libertad está en manos de un sistema de puntuación.